¿Qué puedes hacer con los palitos de apio que te sobran de una bandeja de condimentos o con las últimas costillas de apio que no usaste en una receta? No se mantendrán crujientes para siempre, pero sabes que no tendrás tiempo de comerlos en los próximos días. ¿Es posible congelarlos? Y si los congelas, ¿para qué los puedes usar?
Sí, puedes congelar el apio, pero perderá su textura crujiente. Por este motivo, el apio congelado se utiliza mejor en sopas, guisos y otros platos calientes. No podrás utilizar el apio descongelado para preparar una bandeja de condimentos o para hacer hormigas en un tronco. Comerlo crudo no funcionará. Tampoco será ideal para salteados u otros platos en los que quieras que el apio cocido conserve un poco de su textura crujiente.
Debes utilizar apio congelado que no haya sido blanqueado en los dos meses siguientes. Si lo blanqueas antes de congelarlo, úsalo entre 12 y 18 meses para obtener la mejor calidad. Se puede conservar indefinidamente si la temperatura del congelador es constante.
- Lavar el apio: lavarlo para quitarle la tierra. Si los tallos aún están unidos, separarlos para poder lavar la tierra que siempre está adherida en la parte inferior. Debes quitar las partes que estén descoloridas y los hilos gruesos.
- Corte o pique el apio: deberá preparar el apio antes de congelarlo, cortándolo o picarlo en la forma que utilizará para sopas o guisos. Un poco de trabajo de preparación ahora será mucho más fácil que tratar de cortar el apio descongelado más tarde.
- Blanquea el apio cortado: puedes omitir este paso si vas a utilizar el apio congelado en un par de meses. Pero, para almacenarlo durante más tiempo, el blanqueado detendrá los procesos enzimáticos de la planta y matará las bacterias y el moho. Prepáralo poniendo a hervir agua en una olla y dejando a un lado un recipiente con agua helada. Sumerge el apio cortado en el agua caliente durante tres minutos y luego enfríalo en el recipiente con agua helada. Después de blanquearlo y enfriarlo, debes secarlo con palmaditas antes de colocarlo en el congelador para congelarlo rápidamente.
- Congele rápidamente el apio: extienda el apio en una bandeja para hornear y congélelo en el congelador durante un par de horas.
- Empaque el apio para guardarlo en el congelador: una vez que el apio esté completamente congelado, puede envasarlo para guardarlo en el congelador. Puede colocarlo en una bolsa de plástico con cierre hermético para el congelador o puede sellarlo al vacío en bolsas para el congelador. Piense con anticipación en cómo lo usará y envaselo en porciones que coincidan con sus futuras recetas. Asegúrese de etiquetar las bolsas con la palabra “Apio” y la fecha en que lo congeló.
Los mejores usos del apio congelado son para rellenos, sopas, guisos y salsas. Puedes agregarlo a la receta directamente desde el congelador sin descongelarlo. Aun así, le dará sabor a apio al plato, aunque no quedará crujiente.