Cómo responder a la pregunta “¿Qué hay para cenar?” con facilidad

Mujer cocinando en la estufa en la cocina

Imágenes de héroes / Getty Images

La planificación de las comidas para las madres trabajadoras ayuda a aliviar el estrés y hace que la hora de comer sea más agradable. Cocinar alimentos básicos de forma habitual es imprescindible porque a todas nos gusta la consistencia y la comodidad. Tener listas de compras de alimentos organizadas ahorra tiempo y energía a la mamá. Elegir recetas que sean fáciles de preparar ayuda a tener la cena lista más rápido y evita que los niños pregunten “¿Ya está lista la cena?”.

Si eres nuevo en la planificación de comidas, aquí te mostramos cómo comenzar.

Revisa las fechas de todas las latas y deshazte de ellas. Empácalas y dónalas a tu despensa local si llevas algún tiempo guardando algo en ellas (¿quizás las compraste para una nueva receta que querías probar?). Organiza lo que queda y documenta tu inventario. Agrupamos todos los bocadillos en un estante, los alimentos para cocinar en el siguiente, los productos horneados y el pan, y luego los cereales en la parte inferior para que los niños tengan fácil acceso. Agrupa los artículos similares para que sea fácil detectar cuándo te estás quedando sin existencias.

Encuesta a tu familia:

  • Pregúntale a tu familia: “¿cuál es tu comida casera favorita?” o “si tuviera que preparar tu comida favorita esta noche, ¿cuál sería?”
  • ¿Qué comida reciente preparaste y por la que tu familia te elogió?
  • ¿Cuál es tu comida favorita?
  • ¿Cuál es tu receta favorita para seguir?

Examina la lista y evalúa cuánto tiempo necesitarás para cada comida. Cualquier comida que se pueda preparar en 30 minutos o menos será una comida para la noche de entre semana. El resto serán comidas para el fin de semana que puedes duplicar para las sobras de la noche. 

Basándote en la encuesta de planificación de comidas, crea un menú semanal. Colócalo en un lugar visible para todos, como una pizarra. Si alguien pregunta “¿Qué hay para cenar?”, remítelo al menú. Si los niños aún no saben leer, puedes mirar el menú y responderles rápidamente. Si tu familia realmente desea consistencia, puedes servir un plato de carne el lunes, un plato de pollo el martes, pasta el miércoles, un plato de cerdo el jueves, pizza el viernes y sobras el sábado.

Crea una lista de compras de alimentos según la distribución de los pasillos de tu supermercado local. Algunos supermercados pueden tener este tipo de lista. Otros pueden tener una aplicación que te diga lo que has comprado en el pasado y puedas hacer una lista a partir de eso. Compra artículos que se utilicen en tus cinco comidas principales. 

Podrías hacer una carpeta física donde tengas todas tus recetas organizadas por tipo de comida. En la parte delantera de la carpeta, puedes tener un índice, que también puede incluir recetas que sepas de memoria, así como las comidas para llevar favoritas de tu familia.

Pinterest es una excelente herramienta para planificar las comidas. Crea un tablero donde marques las comidas que te gustaría probar. Si a tu familia le gustó la comida (es decir, no llevó mucho tiempo y les gustó), puedes incluirla en tu lista de cosas que debes preparar. Finalmente, puedes escribir la receta y colocarla en tu carpeta para que te sea más fácil usarla.

Scroll to Top