Hoy en día, casi todo tiene un equivalente más rápido, que se compra en las tiendas. Y si bien hay ocasiones en las que una versión rápida y eficiente (que se pueda cocinar en el microondas o recalentar en el horno) es la clave para tener la cena lista, otros días requieren dedicarle algo de tiempo y, en el caso de la polenta, algo de paciencia y esfuerzo.
La polenta es un plato sencillo del norte de Italia hecho con harina de maíz cocida, similar a la sémola de maíz del sur . Se puede preparar en distintas consistencias y es un acompañamiento sabroso para platos contundentes como el estofado de carne y las costillas . La polenta también es deliciosa si se disfruta sola como cereal para el desayuno.
Aunque existen productos etiquetados específicamente como “polenta”, puedes preparar este plato con cualquier harina de maíz gruesa molida en piedra, como las bolsas que se venden para hacer pan de maíz . Los supermercados también venden polenta instantánea, que está precocida, pero no se pueden comparar con esta versión casera.
- Esta mezcla cremosa de harina de maíz es fácil de preparar y se cocina rápidamente, pero es un plato que requiere atención constante. Deberás batir la harina de maíz mientras se cocina para garantizar la textura más suave posible.
- Otra clave para evitar que la polenta quede grumosa es verter los líquidos en la harina de maíz en un chorro lento y gradual.
- Si prefieres una consistencia más espesa, cocina la polenta un poco más. Añadir un poco de queso rallado le aporta un sabor extra a este plato tradicional. Y las sobras, que se deben guardar en el refrigerador, se pueden recalentar de diversas maneras.
- El queso le dará un toque salado a la polenta. Puedes condimentarla con más sal, pero es mejor que no le pongas demasiada si planeas servir la polenta con un plato que tenga mucho sabor umami.
La polenta cremosa y mantecosa es deliciosa con muchas comidas, pero especialmente combinada con platos ricos y con salsa. Pruebe una de estas recetas la próxima vez que prepare una olla de polenta:
- Costillas cortas estofadas
- Ossobuco
- Camarones al ajillo
- Champiñones salteados
- Boloñesa de champiñones
Una excelente manera de disfrutar de las sobras de polenta es saltearlas. Para ello, primero esparce la polenta cocida en una fuente o bandeja para horno y enfríala. Luego, córtala en cuadrados, círculos o cualquier otra forma que prefieras. Saltéalas en mantequilla para un excelente desayuno o guarnición, o dóralas en una sartén; quedarán muy parecidas a pequeñas arepas . Luego, cúbrelas con algo sabroso, como ají de gallina (pollo escalfado en una salsa cremosa y picante a base de nueces) o salsa de aguacate para hacer un pequeño y agradable aperitivo.
“No hay forma de evitarlo: esta receta es un ejercicio para los brazos, pero la textura de esta polenta vale la pena batirla constantemente. Normalmente compro polenta instantánea por comodidad, pero no es tan buena como esta versión casera, que es mantecosa y suave. Seguí las instrucciones de la receta para verter el agua y la leche lentamente y batir mientras se cocinaba la harina de maíz, y la mía quedó hermosa. Fue perfecta con una tanda de costillas de res en olla instantánea “. — Patty Lee
Tabla de Contenidos
Ingredientes
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2 tazas de harina de maíz amarilla molida gruesa
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4 tazas de agua , divididas
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1 1/2 cucharadita de sal kosher , o al gusto
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2 tazas de leche
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4 cucharadas de mantequilla
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1/2 taza de queso cheddar rallado
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1/4 taza de queso parmesano rallado
Pasos para hacerlo
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Reúne los ingredientes.
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Pon a hervir 2 tazas de agua en una olla pequeña.
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Coloque la harina de maíz en una olla pesada.
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Agregue gradualmente 2 tazas del agua restante y la sal a la harina de maíz, batiendo la mezcla mientras agrega el agua, hasta que la harina de maíz y el agua estén bien combinados y sin grumos.
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Añade el agua hirviendo poco a poco a la mezcla de harina de maíz mientras bates.
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Cocine la mezcla de harina de maíz a fuego medio-bajo, revolviendo constantemente, durante 3 a 4 minutos, hasta que la mezcla alcance un hervor suave.
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Añade la leche y la mantequilla y continúa cocinando a fuego lento, batiendo, durante 10 minutos más.
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Pruebe la polenta para condimentar y agregue más sal si es necesario.
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Añade más líquido (leche, crema o agua) si la mezcla parece demasiado espesa. Si la mezcla es demasiado líquida, cocina la polenta un poco más (vigilando con atención y revolviendo constantemente para evitar que se pegue) hasta alcanzar la consistencia deseada. La mezcla debe ser espesa, pero se espesará aún más a medida que se enfríe.
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Retire del fuego y agregue el queso cheddar y el parmesano hasta que se derritan y se incorporen.
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Sirva la polenta caliente con queso parmesano rallado extra al costado.
Cómo recalentar polenta
Para calentar la polenta hasta que adquiera una consistencia cremosa, caliéntela suavemente en la estufa o en el microondas, agregando un poco de agua o leche según sea necesario hasta que alcance la textura deseada.
Información nutricional (por porción) | |
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311 | Calorias |
15 g | Gordo |
36 g | Carbohidratos |
9 gramos | Proteína |
Datos nutricionales | |
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Raciones: 4 a 6 | |
Cantidad por ración | |
Calorias | 311 |
% Valor diario* | |
Grasa total 15 g | 19% |
Grasa saturada 9g | 43% |
Colesterol 40 mg | 13% |
Sodio 571 mg | 25% |
Carbohidratos totales 36 g | 13% |
Fibra dietética 3g | 11% |
Azúcares totales 4g | |
Proteína 9g | |
Vitamina C 0 mg | 1% |
Calcio 210 mg | 16% |
Hierro 1 mg | 8% |
Potasio 248 mg | 5% |
*El % del valor diario (VD) indica cuánto contribuye un nutriente en una porción de alimento a la dieta diaria. Se utilizan 2000 calorías al día para asesoramiento nutricional general. |